COMO TODOS LOS AÑOS POR NAVIDAD VOLVEMOS A REPETIR ESTA SENCILLA PERO ENTRAÑABLE VUELTA CIRCULAR A LA LOMA DE LOS PINARES DE ARASCUES, TAMBIÉN MUY BONITA EN PRIMAVERA CUANDO ESTAN LOS ALMENDROS EN FLOR.
|
Sansón, piedra y perra descreída |
Son 10 kilómetros de ruta sencilla y poco conocida. Ideal para una de esas mañanas de invierno que la ciudad de Huesca está cubierta por niebla baja. Allí está asegurado el sol. Por la variante corta solo son 7 kilómetros, que hay gustos para todo.
También es ideal para esas mañanas de primavera en las que los almendros están en flor. Ese kilómetro que hay de distancia entre la ermita de la Virgen del Olivar a la urbanización del Golf de Guara, se hace entre almendros en flor con el fondo el pico Gratal, y es algo que tenemos que ir a ver por lo menos una vez en la vida.
Y por último y más recomendable si cabe es ideal para quemar las calorías de los turrones los días de Navidad. No tiene complicaciones y es apta para toda la familia.
Podremos ver la alberca de Arascués en cuyas aguas se refleja el pico Gratal, y allí mismo la Ermita de la Virgen del Olivar. Luego al regreso por la parte posterior de la loma de los pinares de Arascués, podremos ver las ruinas de la Ermita de la Virgen de Remedios destruida en la Guerra Civil, en la batalla de Lierta donde se enfrentaron los cuerpos de élite de ambos bandos, la Legión y los Regulares por un lado, y los anarquistas de Ascaso arriba más en concreto la Brigada Roja y Negra formada en su mayoría por jóvenes de Ayerbe, a quienes ayudaban las Brigadas Internacionales. Entre las tropas marroquís de los Regulares tuvo especial importancia y sufrió muchas bajas la unidad militar mas temida la Mehala de Tetuán. En las ruinas de la Ermita de los Remedios aún se distinguen las marcas de las balas en la roca. No es por extenderme pero a veces las ruinas de los edificios no expresan lo que allí se vivió. Cuenta Antonio Trisán en su libro "así fue y no sucumbí" los hechos que allí sucedieron y de los que fue testigo presencial como conductor de ambulancia del lado nacional que tras la batalla trasladaban a los heridos. Lo más impactante de su relato es que cuando la Mehala de Tetuán empezó el ataque horas antes del amanecer, lo hicieron a su estilo, a tumba abierta y al grito de "Ala Ajbá", subiendo a gran velocidad la cuesta hasta lo alto de la loma del pinar de Arascués... según relato de gente de Ayerbe que estaba arriba era mas el panico a ese grito que el miedo a morir...